Tareas y biblioteca | Taurus Zabini

Suspiro por enésima vez esa mañana, pero bueno a fin de cuentas esta situación era culpa suya ya que nadie le mandaba el dejar cierta tarea al ultimo. Recordó, como buena Slytherin que era, óigase el sarcasmo, que tenia una tarea pendiente, claro a unas horas de entregarla, era simple, pero algo tediosa, si se ponía a hacerla desde ese momento seguro que la terminaba, pero odiaba hacer las cosas a lo ¿‘menso’? Si de esa forma, ya que muchas veces nunca salían las cosas bien. Ahora se encontraba en la biblioteca, mire el lugar de forma que, su vista captara algún asiento disponible o alguna mesa que no tuviese alumnos en ella, detestaba ser interrumpida o tener a alguien demasiado cerca cuando se fuese a concentrar. Tal parecía que mi suerte no estaba de su lado aquel día, ya que por mas que ella mirara donde mirara no lograba encontrar alguna mesa completamente sola.  

Volvió a suspirar, solo que con fastidio esta vez; era sumamente perfecto, en serio. Su cara mostró sin duda alguna, una expresión de molestia, decidió que lo mejor sería ir a buscar los libros que necesitaba para completar la tarea y después, aunque no quisiera, sentarse en cualquier mesa, la menos llena por obvias razones.

Pasó entre varios estantes, leyendo los lomos de cada libro, tratando de encontrar alguno que hablara de historia de la magia. Llegó al pasillo indicado, y miró los estantes. “Grandioso” sonrió triunfante cuando encontró el libro de la época que necesitaba para sus deberes, lo tomó sin restricción y comenzó a caminar hacia las mesas. Antes de llegar a ese sitio de la biblioteca, cierto pasillo llamo su completa atención,  Pociones, era de sus materias preferidas, mas porque te enseñaban ciertos tipos, mas específicamente amaba leer sobre pociones de sanación o los venenos mas letales. Fue hacia esa dirección y empezó a mirar los libros.

Estaba mirando los libros, sacando uno, hojeándolo y si no le gustaba de qué trataba o tan solo no llamaba por completa su atención lo volvía a colocar en su sitio. Así repetió tal proceso por varios libros, pensó resignada que ninguno captaría por completo su interés por lo cual suspiro y volvió su vista al libro en sus brazos. Historia de la magia, aburrida materia, la mas odiada, prefería mil veces adivinación a historia, pero que podía hacer mas que tratar de pasar dicha materia con una calificación presentable. Suspiro, estaba dispuesta a irse de aquel pasillo dado su fallido intento de encontrar algún libro que leer en sus ratos libres, hasta que de reojo noto uno de colores algo opacos… Venenos, una pequeña sonrisa de emoción surgió en sus labios al leer dicha palabra en el título de aquel libro. Regreso sus pasos hasta quedar frente al lugar donde se encontraba, y le miro mordiendo su labio inferior dudativa a cogerlo o no, ya que ella sabia de antemano que si lo tomaba, seguramente preferiria leerlo a hacer sus deberes.

Estaba por tomar aquel libro cuando la voz de un muchacho le distrajo. Aparto su vista de tan preciado libro y miro al morocho. -Zabini?- alzo la ceja mirándolo interrogante -Que raro verle por aquí, no pensé que le gustara leer- soltó con algo de sarcasmo en su voz, evadiendo la pregunta de aquel joven. Sin esperar respuesta por parte de él cogio el libro que queria y lo coloco entre sus brazos junto a los demas, despues regreso su vista al chico.

Alza la ceja al escuchar la respuesta por parte del joven morocho, ¿él un buen lector? vaya admitiria que aquello le sorprendia, ella pensaba ser la unica de las serpientes que le gustara leer, es mas ella dudaba mucho de sus compañeros de casa y de sus metodos de pasar las clases, ya que pocos habia visto venir a la biblioteca solo por gusto, como ella lo hacia. -Un poco de las dos- le responde con simpleza al chico Zabini, cualquier mujer le conocia, era famoso por estar con su primo y el otro Potter, pero nunca, apesar de estar en la misma casa, le habia hablado, aunque si visto en sus reuniones con Domi y Rose.

Le miró extrañada al notar su caballerosidad, preguntandose que queria ese chico de ella, primera vez que se le acercaba por su cuanta y ¿ahora esa pinta de caballero? No sabia que traia en manos el Zabini pero se daria cuenta dentro de poco despues de todo era muy perceptiva.

-A las mesas estara bien...- dice, comienza a caminar mientras mueve un mechon de cabello tras su oreja, ya que le estaba molestando un poco al traerlo al frente. -¿Y ahora por que tanta amabilidad de tu parte Zabini?- le cuestiona directamente, ella odiaba los rodeos y esperar por una respuesta sin preguntar no era su mejor opcion. Llegaron a las mesa y ahuyentando a unos mocosos de menor grado hizo que dejaran una mesa desocupada, para ella y por si e joven queria para el.

Se sento en una de las sillas donde acaba de estar uno de los mocosos de casa y año diferente a ella. Con total delicadeza paso su mano por el respaldo de la misma para alejarle de la mesa y poder sentarse. Despues siguio mirando al joven Zabini frente a ella. Le valia lo que el fuese a pensar de ella por haber tratado a esos niñatos de esa manera, a decir verdad a Sadira poco le importaba lo que pensaran de ella, claro que si le hacen enfadar, bueno digamos que a esa persona no le iria muy bien.

Tomo uno de los libros que ahora estaban sobre la mesa, en especifico el que necesitaba para hacer sus deberes. Hizo una expresion de molestia al cogerlo pero de todas maneras, aun en contra de su voluntad se dispuso a leer el capitulo que hablaba del inicio de la magia. Escuchaba mientras tanto al chico, y el comentario le hizo despegar la vista de la escritura impresa del viejo libro, y mirarle unos segundos, despues solto una risa sarcastica y volvio su vista a las paginas de color amarillento.

-Supongamos que digo que si, ¿eso a ti en que te beneficia?- sin dejar su lectura de lado, le cuestionó. Este joven frente a ella le causaba hablar mas de lo necesario, o mas de lo que la Slytherin le hablaria a un conocido, o extraño. Solo con sus amigas y casi amigos dirigia mas de dos frases, el chico estaba haciendo un logro.